martes, 5 de diciembre de 2006

Matemática y Copa Davis

¿Qué falló en la final de la Copa Davis? ¿Por qué no ganó Argentina 3-2, como estaba predicho?
¿Acaso falló la matemática? ¿Acaso Paenza nos mintió?
Nada de eso. La matemática es una ciencia exacta y la teoría de las series es muy útil. Sólo que como seres finitos que somos, nos es imposible conocer la serie completa; sólo podemos intentar deducir la razón de la serie a partir de los elementos de la misma que conocemos, y en base a esto hacer predicciones acerca de los que no conocemos.
Dice Leibniz (en el Discurso de Metafísica) que cada sustancia individual expresa una noción que es en realidad la razón de la serie de acontecimientos que forman su historia. Si uno conociera esa razón (expresable en una fórmula) en su totalidad, podría predecir con total infabilidad su destino.
En el caso de la Copa Davis en particular, quizás me dejé llevar por la sencillez y claridad de la serie que tenía ante mis ojos: con 3 muestras por lado, pude deducir la 4 ocurrencia de ambas series y para mi sorpresa coincidieron; y coincidieron también con mi deseo, lo que siempre es un aliciente para la razón, y más que eso.
Quizás (y esto lo dejo para alguien con paciencia) se pueda tomar la serie total de resultados de partidos de todas las Copas Davis jugadas hasta el momento para ver evaluar un probable desempeño el año entrante. Quiero sacar a relucir un último tema: considero que se deben tomar en cuenta las instancias en las que un equipo no participó como elementos desconocidos de la serie, y no como inexistentes.
Para poner un ejemplo: Argentina no jugó la final del 2005. Sin embargo, debe presuponerse que, de haberla jugado, hubiera tenido un determinado resultado, sólo que ese resultado es imposible de conocer. No puede uno saltearse en sus cálculos de la semifinal del 2005 a la primera ronda del 2006.
Y esto es asi porque no hay relación entre una serie matemática y las reglas de un deporte. Matemáticamente, 3-2 y 2-3 son equivalentes; sólo la relación que mentan es distinta. Pero en tenis son radicalmente diferentes: determinan el pase o no a la siguiente ronda.

1 comentario:

Hernito dijo...

Matemáticamente, 3-2 y 2-3 son equivalentes o no dependiendo de lo que representen (si son pares ordenados, el par (3,2) es distinto del par (2,3), y así es en efecto en el Tenis, donde no sólo importan los puntajes sino qué puntaje corresponda a cada equipo). Si no lo leiste, te recomiendo la lectura de "Freakonomics" (mi vieja es dueña de un ejemplar, pero está en mi casa). Hay un capítulo dedicado al Sumo donde se analizan los resultados de peleas consecutivas entre los mismos contendientes... y no te cuento más. Saludos.